El patinaje siempre estuvo incrustado en la mente y corazón de Dalia Soberanis, desde peñequita. Hoy en día es la máxima exponente de Guatemala en el patinaje de velocidad; ha ganado medallas en el Campeonato Mundial, en Juegos Panamericanos, en Juegos Centroamericanos y del Caribe y en el Campeonato Panamericano de la especialidad, por lo que ahora quiere ir más allá…
Con el apoyo del Comité Olímpico Guatemalteco, Dalia inició su preparación en patinaje sobre hielo y ya ha competido en varios eventos como parte de su entrenamiento; una meta a largo plazo es participar en unos Juegos Olímpicos de invierno.
Hoy, como parte de la conmemoración por el Día Internacional de la Mujer, les presentamos esta entrevista con una de las mejores atletas que ha dado el país y quien ha pasado gran parte de su vida deportiva lejos de casa en busca de la superación y el crecimiento personal y deportivo.
Vamos a empezar así: “Es un mar de sensaciones y emociones cuando estoy en los patines de hielo. La mejor sensación, es cuando algo me sale bien; desde que empecé hasta la fecha he logrado cada día mejorar mis marcas y eso me emociona. Puede sonar un poco raro, pero también me gusta y me pone feliz la sensación de cansancio en mis piernas, porque sé que cumplí con el entrenamiento. Más que nada, creo que es un reto de superación propia; el hecho de poder representar a mi país en esta disciplina es un plus que también me motiva”, se sincera Dalia.
Pero, ¿cómo nació la inquietud de practicar patinaje sobre hielo?
Desde pequeña miraba los Juegos Olímpicos de Invierno por la tele con mi papá y uno de nuestros deportes favoritos era el patinaje sobre hielo, obviamente porque se parece al que ya practicaba: patinaje sobre ruedas, pero fue hasta finales del año 2015 que por primera vez se me pasó por la mente practicarlo.
¿Cuál fue el paso inicial?
Ese año (2015) fui a visitar a mi hermana que vive en Utah, Estados Unidos, Estado que tiene una pista de hielo donde se realizaron ya unos olímpicos; actualmente es una de las mejores pistas de hielo y de las más rápidas del mundo. Entonces, el último día antes de ir al aeropuerto, pasamos visitando la pista y quedé asombrada y encantada. Bromeábamos con mi hermana de que algún día estaría yo ahí practicando patinaje sobre hielo y ya luego lo hablamos un poco más serio, incluso ella me ofreció su apoyo, pero yo dije: bueno, de pronto cuando termine de practicar patinaje sobre ruedas puedo intentarlo, y esa fue la primera vez que me imaginé en ese deporte.
Su vida entre el patinaje sobre ruedas y el patinaje sobre hielo…
En ese entonces no conocía a muchos patinadores como hoy en día, no sabía que podía practicar ambos deportes como lo hacen muchos en Europa, Estados Unidos y otros países. A finales de abril de 2018 tuve la oportunidad de hablar con un patinador de ambas disciplinas: Livio Wenger. Él quedó cuarto en los Olímpicos de Pyeonchang 2018 y me contó varias de sus anécdotas; me insistió muchas veces para que yo lo intentara también y, al final, logró meter esa idea en mi mente. Yo empecé a imaginarme de todo… hasta ser la primera guatemalteca en este deporte yendo a unos Olímpicos de invierno y, obviamente, me encantó la idea.
¿Qué se necesita para dar el salto de una superficie a otra?
Primero que nada, lo que a mí me hizo dar el salto fue la motivación de querer crecer como atleta; yo soy campeona nacional, centroamericana y del Caribe, subcampeona panamericana y tercera a nivel mundial, entonces lo que seguía para mí es participar en unos Olímpicos, pero el patinaje sobre ruedas no lo es y tomé todas las oportunidades que se me presentaron en el patinaje sobre hielo para poder cumplir mi sueño de estar en unos Olímpicos. Algo que también se necesita es paciencia para sobrellevar cada entreno, porque estoy empezando de cero y también es muy importante disfrutar el proceso.
¿Cómo inició tu preparación sobre hielo?
En 2019 se me dio la oportunidad de pertenecer al equipo Arena Geisigen, en Alemania, y todos los que pertenecen al equipo también practican patinaje sobre hielo (en temporada de verano sobre ruedas y en invierno patinaje sobre hielo); entonces, desde ahí ya contaba con las puertas abiertas para tener un grupo de entrenamiento que estaba dirigido por el mismo entrenador de ruedas Kalon Dobbin, que cuenta con muchos años de experiencia en ambas disciplinas.
¿Cómo te sentiste durante tu primer contacto en una pista totalmente diferente?
Súper extraña, porque no tenía control de nada, no podía ni pararme bien y eso generaba que sintiera miedo.
¿Cuáles son las diferencias más marcadas que has notado entre tu especialidad y la de patinaje sobre hielo?
Una superficie es más rápida que otra. En una, mi peso se reparte sobre ocho ruedas en total, y en hielo se reparte en menos, porque la cuchilla ni siquiera es plana y el ancho es menor que el de las ruedas. El patinaje sobre hielo es más preciso; no hay margen de error, o no tanto, pero en ruedas puedes cometer algún error y, por ejemplo, no caerte.
Pareciera que hay muchas similitudes entre un patinaje y otro, pero la realidad que ha experimentado la subcampeona panamericana es otra. “Empezar de cero en un deporte que supuestamente es muy parecido, es difícil, especialmente porque vengo de “ser alguien” y de poder tener la habilidad de hacer y moverme con libertad, a no poder hacerlo” complementa.
¿En qué te gustaría especializarte, en distancias cortas o largas?
En distancias cortas al igual que lo hago sobre ruedas.
Pese a ser un gran reto, Soberanis se entrega al mil por ciento. “Quiero demostrarme que puedo lograr todo lo que me propongo. Desde un principio sabía lo que me esperaba; el patinaje sobre hielo es muy, muy técnico, y la concentración es al 100% entre otras cosas, entonces, he tratado de mantener la calma y trato de ser paciente, aunque es un poco difícil a veces, porque en mi grupo de entrenamiento ya tienen más experiencia y yo apenas llevo casi tres meses, entonces hay cierta presión, pero como lo mencioné, trato de estar concentrada en mí y poco a poco voy pegándome más al grupo, cosa que también me ayuda, porque todos en el equipo son mejores, entonces ayuda a que yo mejore cada vez más”, explica.
¿Qué aspectos trabajas durante este campamento de preparación?
He trabajado de todo según mi nivel. Al comienzo solo hacia técnica, poco a poco empecé a tener entrenos más intensos y ahora estoy en la etapa competitiva, ya casi para terminar la temporada.
¿En qué lugar entrenas actualmente?
Desde finales de enero en el Utah Olympic Oval de Estados Unidos, y a finales de octubre del año pasado estuve en Inzell, Alemania, hasta comienzo de enero de este año.
¿Hay planificados más campamentos?
Todo depende de cómo termine esta temporada; con base en eso ya podemos tomar la decisión.
¿Cuáles son los objetivos a corto plazo?
Perfeccionar la técnica e ir mejorando mis marcas personales.
¿Considerarías en el futuro quedarte solo con velocidad sobre hielo?
No del todo, más bien sería no poder competir en una temporada de ruedas por prepararme para unos Juegos Olímpicos, por ejemplo. Pero creo que no sería definitivo quedarme con solo un deporte, porque ambos se complementan y ambos me gustan.
¿Cuál es tu planificación deportiva para este año?
Primero, terminar la temporada de hielo con dos competencias (una fue a finales de febrero y la otra la primera semana de marzo). Luego empieza la temporada sobre ruedas; el resto de marzo sería como de adaptación otra vez y un poco más general. En abril empieza la gira europea, donde estaré compitiendo con mi equipo Arena Geisingen y preparándome para los siguientes retos. El evento más importante sobre ruedas este año es el Campeonato Mundial que se realizará en Colombia, en julio.
Para Dalia este es un nuevo reto. “Crecí practicando patinaje sobre ruedas, entonces es un poco más natural; obviamente hay obstáculos, pero siempre he salido adelante con la ayuda de Dios”, concluye la patinadora.