Con el soporte del Comité Olímpico Guatemalteco (COG), 5 seleccionados de bádminton abrirán la próxima semana la temporada 2017, con motivo de la edición XXXII de la Copa Internacional de Brasil, a escenificarse en el Club Deportivo Pinheiros en la ciudad de Sao Pablo.
El contingente será liderado por la raqueta uno del país, Kevin Haroldo Cordón Buezo, quien retorna a las canchas luego de 7 meses tras solventar la lesión que el año pasado lo dejó fuera de los Juegos Olímpicos de Rio.
Se unen a Cordón, Rubén Castellanos y Aníbal Marroquín, guiados por el entrenador nacional José María Solís.
Sancionado por la Confederación brasileña de bádminton, el certamen se desarrollará del 8 al 12 de marzo.
Como antecedente, Cordón registra un subcampeonato en la Copa Brasil, edición 2015, cuando fue derrotado por el local Ygor de Oliveira.
La delegación nacional, financiada por el COG, se trasladará a territorio sudamericano el próximo lunes.
Luego del certamen en Brasil, se proyectan en el horizonte el III Perú Internacional Series (en Lima, del 16 al 19 de marzo) y el XVIII Torneo Giraldilla (en La Habana, Cuba del 22 al 26 del mismo mes).
“Arrancamos con un torneo importante en América y buscamos recuperar posiciones en el ranquin mundial”, admitió el jugador zurdo que tras la ausencia en la escena internacional descendió al puesto 183 del escalafón de la BWF.
El campeón panamericano aspira a competir en su quinto ciclo olímpico: “El objetivo es claro, el ciclo es de 4 años y quiero culminarlo en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Ya tengo la experiencia, sé el camino que hay que recorrer. Toca entrenar fuerte y evaluar los eventos primordiales año con año”, expresó.
Cordón explica que su prioridad es la de retomar su mejor nivel para acceder a torneos en Europa y Asia, donde llegan los mejores exponentes del mundo. Además apunta al Festival Deportivo (a celebrarse en junio y en el que el bádminton es uno de los 19 deportes convocados) y a los XVIII Juegos Bolivarianos de Santa Marta 2017 (pendiente de confirmar la participación).
El jugador de 30 años confiesa que luego de un descanso mental, que se dio tras el exigente ciclo que culminó el año pasado en Rio, el mayor reto es “retomar la responsabilidad que conlleva cada torneo”.